La Tercera Casa es comúnmente conocida como la Casa de la Comunicación. En esta casa, gran parte de la comunicación se produce entre el individuo y sus allegados: hermanos y hermanas, así como vecinos.
Mientras que la comunicación aquí puede ser tanto escrita como verbal, también tiene una cualidad consciente. Piensa en los espíritus afines y en las conexiones mentales. Esto sirve para resaltar el papel de la inteligencia dentro de la Tercera Casa.
La inteligencia, vista en este ámbito, es la capacidad analítica que uno posee dentro de su entorno, específicamente una comprensión básica de las cosas y una sensibilidad práctica. Utilizamos esta inteligencia para ayudarnos a trabajar eficazmente dentro de nuestro mundo y con los que lo componen.
La casa 3 nos recuerda que está bien usar nuestras habilidades conscientes, así como una inteligencia más reflexiva, para hacer nuestro camino. Una relación simbiótica con aquellos que tenemos cerca también es parte del plan.
No olvidemos que nuestras mentes son poderosas, rápidas y diestras. Algunas cosas estarán bien pensadas, otras casi automáticas. Maximizar nuestro potencial de suma es la clave.
La educación, que nos enseña efectivamente a pensar y a comunicarnos, también está cubierta por la casa 3, al igual que los viajes cortos. Una vez más, la naturaleza próxima del viaje habla de la naturaleza íntima de la Tercera Casa: aquellos que conocemos bien, en nuestro entorno, manteniendo ese entorno estrecho.
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Aprovechar nuestra inteligencia y compartirla eficazmente con otros es la esencia de la 3ª Casa. ¿Cuál es la mejor manera de exponer nuestros argumentos ante los demás, a menudo ante los que más amamos? ¿Serán nuestras acciones fieles a nuestro medio ambiente, y a nuestro planeta, para siempre?
Esto pone en primer plano las formas emergentes de recopilación de información, como las computadoras. ¿Harán o romperán la comunicación tal como la conocemos? Las preguntas planteadas por la Tercera Casa se pueden responder escuchando a esa casa: pensar, procesar, compartir.
Es la casa nerviosa de Géminis, que busca estímulos, y dicta cuán agotados o asentados parecemos cuando nos relacionamos socialmente. La sensación de estar conectado a la comunidad, y al mundo en general, se transmite a través del sabor de esta casa.
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El potencial que se encuentra aquí es nuestra capacidad para asimilar lo que aprendemos y compartirlo con los demás. La Tercera Casa está gobernada por Géminis y el planeta Mercurio.