Desde la antigüedad, la humanidad siempre ha venerado al Sol a través de rituales, ofrendas y simbolizándolo a través de distintas deidades con el paso del tiempo y los años. Lo podemos observar en los libros de historia a través de las distintas culturas, como por ejemplo la maya, la azteca, etc…
Sin embargo, no sólo ha ocurrido esto con el Sol, que desde el punto de vista astronómico no es un planeta sino una estrella. También ha pasado con el resto de planetas y con el satélite más poderoso que influye directamente al ser humano, la Luna.
Desde antes de la llegada del telescopio, los observadores del cielo, que ya eran astrólogos, observaban los siete planetas principales. Estos siete planetas (Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno) son visibles a simple vista, lo que ahora resulta difícil por el alto grado de contaminación lumínica que sufrimos a nivel mundial.
Estos siete planetas fueron observados a través de los años y en estas observaciones ya se dieron cuenta de que cada vez que determinado planeta pasaba por cierta agrupación de estrellas, se daban determinados acontecimientos.
Vieron cómo sacar provecho de cada fase lunar, y con ellas planificaban las cosechas, recogidas y plantaciones. De igual manera pasaba en cada solsticio y en cada equinoccio, la magia reunía en comunión al universo y a la humanidad, estando muy conectados ambos.
Como si fueran dioses para ellos, así los veneraban y ofrendaban. Y si bien no son dioses, sino esferas con órbitas perfectamente imperfectas, cada uno de ellos esconde un principio energético o arquetipo vinculado a distintos dioses de la antigüedad.
El Sol ha sido asociado a Apolo en Roma, y a Helios en Grecia, el Dios Sol en otras culturas. La Luna se asocia con Diana en la deidad romana, Venus con Venus en la romana y Afrodita en la griega, y así podríamos continuar con todos.
Ya con la introducción del telescopio muchos años después, se fueron descubriendo otros planetas y cuerpos celestes. Sin embargo los más importantes y con gran impacto en la interpretación astrológica además de los siete planetas principales, son Urano, Neptuno y Plutón.
Si lo deseas puedes pedir tu Carta Natal y conocer tu destino a un precio inmejorable.
Los planetas en la astrología
Los planetas en la Astrología son de uso necesario e imprescindible para la correcta interpretación de la carta natal. En cada planeta encontraremos un arquetipo escondido que a su vez reflejará una condición humana, como hemos dicho anteriormente.
De esta manera vemos como cada uno de los planetas que se usan en la Astrología se corresponde a varios principios activos que actúan en nuestra vida diaria. Podemos decir pues que los planetas son una herramienta en la carta natal de cada individuo que se verá teñida del “color” del signo en el que se encuentre.
Por este motivo usaremos el principio energético asociado al planeta o “fuente de energía vibratoria del planeta” de una manera u otra. Por ejemplo, no es lo mismo tener a Mercurio en Aries, que tener a Mercurio en Escorpio.
Mercurio es la herramienta que todo ser humano tiene en su carta astral para “pensar”. Pero no todos los seres humanos pensamos de la misma forma. El individuo con Mercurio en Aries tendrá una mente rápida, “caliente y seca”, de esta manera su manera de comunicarse será directa y al grano.
No ocurre esto con la persona que tenga a Mercurio en Escorpio, ya que esta persona pensará de una manera más pausada, profunda y analista, hasta a veces obsesiva, tal y como es el signo de Escorpio. La manera de comunicar sus pensamientos muchas veces será un tanto confusa, llena de misterio, podemos decir que será una persona que se irá por las ramas.
Sin embargo, hay otros cuerpos que son asteroides y planetoides que usaremos en la interpretación de la carta natal aunque en menor medida. Esto es porque sabemos en la medida que hemos estudiado y profundizado (aún queda mucho) que no tienen tanto impacto a nivel del individuo.
Estos cuerpos celestes también se detallan en esta página en los apartados correspondientes.