Una persona con la segunda casa en Leo es noble y afortunada. Resuelve los problemas financieros de forma sencilla, malgastando fácilmente su fortuna en baratijas agradables para las personas cercanas.
El bienestar se logra principalmente por su capacidad de entrar en la confianza de individuos de alto rango. Con poderosos patrocinadores, él mismo se esfuerza por alcanzar la misma posición y rápidamente logra su meta, ocupando altos cargos.
Los ingresos son estables, lo que le da estabilidad moral y una confianza tranquila en su posición. A aquellos que le rodean y que están en un nivel inferior, les da asco creer que la gente inferior no es digna de su atención, y que no deben estar de pie en una ceremonia con ellos.
Con un desarrollo negativo, estas personas se convierten en conquistadoras, crueles e inescrupulosas, que no conocen ni la compasión ni el respeto. Lo único que puede detener a esta persona es la idea de que otra fuerza, más amenazante y poderosa, pueda ser encontrada.
Por lo tanto, esta persona trata de suprimir de raíz todas las ideas que pueden conducir al surgimiento y desarrollo de tal fuerza.
Con el mundo circundante, tal persona construye una relación bastante simple, que se basa en dos ejes de coordenadas: el respeto y la sumisión. Para él, todo es sencillo: hay gente que es fuerte y digna de admiración y hay gente que sólo merece una lástima desdeñosa, pero que a menudo simplemente ignora.
Si lo deseas puedes pedir tu Carta Natal y conocer tu destino a un precio inmejorable.
Sin embargo, incluso con un desarrollo negativo, esta persona no está desprovista de nobleza interior, lo que le hace bastante agradable comunicarse con su interlocutor.
Este tipo poco sofisticado, un practicante convencido con confianza en la inviolabilidad de los principios que profesa, sabe que sólo existe lo que conoce y ve. Para el desarrollo armonioso de una persona con leo en casa 2, uno debe aprender la ética de la exclusión, similar a la ética del tipo mental de tipo Acuariano.
Este es un tipo independiente, un individualista que no puede trabajar en conjunto con otras personas. Para él, el mundo es simple y monótono, cree sólo en lo que es capaz de entender o percibir a nivel físico. El dinero se gana fácilmente, pero el deseo de lujo y la extravagancia precipitada pueden arruinarlo.
Para una mayor confianza y armonía, esta persona debe aprender a ser objetiva, capaz de percibir las cualidades personales de otras personas no por su estatus social, sino por su llenado interno y práctico.
Intelectual, educado financieramente, talentoso y motivado, esta persona puede lograr mucho en su vida, aprendiendo a trascender a través de su propio orgullo y actitud desdeñosa hacia los demás.